Entrevista-CERJ

 

(Juan Carlos de Laiglesia para Cucorent)

 

Tras la aprobación del decreto que obliga al registro diario de la jornada laboral, entrevistamos al secretario general de la asociación profesional creada para apoyar su mejor aplicación, que destaca los beneficios de esta medida para empresarios y trabajadores.

 

 ¿Cuál es el objetivo del Consejo Español para el Registro de Jornada?

El CERJ es una asociación sin ánimo de lucro constituida por empresarios, asociaciones y profesionales cuyo objetivo es difundir el registro de jornada a nivel del estado español. El propósito es evidenciar que no se trata de una medida negativa ni restrictiva para el empresario sino que puede ser un instrumento de gestión al centrar la relación entre empresario y trabajador en cuanto al horario en su justo término, que es el de la productividad.

El presentismo es un gran problema en España y el registro de jornada, bien implementado, aporta una gestión basada en la productividad y no en la presencia, porque con el registro el empresario tendrá meridianamente clara la actividad de cada trabajador de una forma objetiva y la podrá analizar.

Otras ventajas muy importantes son que favorece la conciliación laboral, el trabajo a domicilio, que los horarios se puedan equilibrar y mejore la salud laboral.

 

¿Quienes integran el CERJ?

Empresas de software y hardware que trabajan en registro de jornada. Son empresas diferentes que compiten entre sí, de modo que no podemos ni queremos favorecer a una frente a la otra. Aparte, también están asesorías, personas que trabajan en salud laboral…  todas estas cosas tienen un mismo objetivo.

 

Desde la aprobación del Decreto, algunas opiniones califican el registro de medida retrógrada que no contempla la diversidad de contratos y horarios. Ustedes defienden que la tecnología de los sistemas actuales se adaptan al teletrabajo y a horarios flexibles, ¿no es así?

Efectivamente, en el siglo digital no se puede considerar «registro de jornada» al acto de meter una ficha en una máquina a las 8 de la mañana y volver a hacerlo al salir.  La tecnología actual permite exactamente todo lo contrario. Se puede fichar trabajando en la nube, con instrumentos que no son costosos y programas que no son complicados, desde cualquier sitio y con plenas garantías a todos los efectos. En España contamos con más de 60 empresas con sistemas que contemplan los requisitos que exigirá la nueva normativa y la próxima sentencia de la Unión Europea como la inviolabilidad de los datos y que hacen posible que la Inspección de Trabajo pueda acceder a esos datos de la forma adecuada para cumplir con la normativa.

Todo es medible, no solo el tiempo sino la ubicación y muchos más aspectos, y siempre con datos fiables. Por ejemplo, si un comercial vende mucho pero lo podría hacer con menor costo.

La actitud de los sindicatos no ha sido en principio negativa, ni la de pequeñas y medianas empresas. Y algunas asociaciones de autónomos  se plantean formar parte del CERJ porque buscamos alternativas para que a empresas de 3 o 5 trabajadores no les resulte muy gravoso aplicar la normativa. Incluso estamos negociando con la Administración la posibilidad de que algunos casos sean financiados.

 

 

«Un registro de jornada bien implementado no es restrictivo para el empresario, sino un instrumento para gestionar la productividad y atajar el presentismo»  

logo-CERJ 

 

 ¿A qué cree que responde la mención de «especialidades en las obligaciones del registro de la jornada» en el texto legal recién aprobado?

A que el registro de jornada se adecúe a las exigencias propias de cada sector empresarial, porque no es lo mismo una multinacional que un bar o una pequeña empresa. Está claro que la situación de horario de las empresas españolas es múltiple y diversa. En consecuencia, hacer ver el registro de jornada como una cosa obligatoria para todo el mundo en las mismas condiciones sería inadecuado porque lo fijaría como norma de difícil cumplimiento y produciría un rechazo mayor del que tiene ahora. La ventaja del soporte técnico actual es que la implementación del registro no es tan costosa ni tan difícil, sino que hay mucho software y hardware disponibles que lo facilitan de gran manera.

Esta normativa es fruto de una larga lucha jurídica en la que ha intervenido el Tribunal Supremo, la Audiencia Nacional y también está interviniendo el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. A efectos prácticos, la aplicación efectiva del Real Decreto va a coincidir con la sentencia de la Unión Europea en el sentido de implantar el registro para toda jornada laboral y no solo, como hasta ahora, para las jornadas a tiempo parcial.

 

Atribuir a la negociación colectiva la decisión sobre la manera concreta de aplicar la medida parece dirigida a apaciguar al sector empresarial que, en principio, se oponía a que el registro se impusiera por Ley

Sí, aquí ha habido una negociación importante y en este caso la CEOE defendía a la CEPYME, que es donde más rechazo producía la regulación. Hay que ver el desarrollo del Decreto a través del Reglamento, que será donde se detallen estas cosas. También por eso el objetivo del CERJ es asesorar con nuestro conocimiento para que los sistemas de registro de jornada sean adecuados, seguros, justos y no representen una lacra para la empresa.

 

¿Cuáles serán las líneas de actuación del CERJ?

Colaborar con nuestro know how del sector para que esto se haga con los requisitos tecnológicos adecuados, hacer fácil su implementación y  buscar la seriedad. Vamos a crear un sello de garantía que facilite identificar el nivel de calidad necesario e impedir que el pirateo invada un mercado que puede parecer muy goloso. No se trata de cubrir la papeleta de cualquier manera, sino de dar soluciones serias. Lo crearemos hablando con partidos políticos, Inspección de Trabajo, sindicatos y patronales.

Vamos a organizar dos comités: uno más tecnológico que trabajará cuestiones como la ciberseguridad y el software para que este sello y el registro tengan las mejores características posibles; y otro donde queremos que participen patronales, abogados laboralistas, sindicatos, especialistas en protección de datos y técnicos en recursos humanos, que representan la otra pata de esta problemática.

Se trata de que, cuando el empresario quiera implementar el registro en su empresa, no tenga que hacerlo con un asesoramiento complicado sino con los mínimos técnicos suficientes que le garantizarán los productos de empresas avaladas por este sello.

La norma es un instrumento, y CERJ quiere ayudar asesorando en su aplicación a empresas de los diversos sectores sobre las posibilidades que ofrece la tecnología del 2019 a la realidad empresarial.

 

¿Qué «problemas de imagen» debe aún superar  el registro de jornada?

Jose-Ramon-Urtubi-CERJPrimero, que se lo considere algo muy rígido que sólo se fija en un «horario oficial». Esto no es así. El registro de jornada en el siglo de la nube se adecúa a cualquier tipo de circunstancias, y lo hace de forma exacta, seria, fiable y justificable ante una inspección.

Otro, verlo como una restricción de la competencia por aquellos  empresarios que compiten basándose únicamente en la explotación de un sector de la empresa que es el trabajador.

Nosotros no lo planteamos como «una cosa del Estado que viene a imponer una norma al empresario haciéndole perder tiempo, dinero y horas de trabajo en problemáticas que no son esenciales».

En realidad, le abre nuevas posibilidades que han sufrido cierto rechazo a causas de estas ideas preconcebidas. La utilidad del registro de jornada es enorme para agilizar las ausencias o gestionar las bajas por enfermedad… y se hace evidente en empresas que trabajan en turnos.