lectores de iris

 

Tanto los lectores de iris como los escáneres de retina son dispositivos destinados a captar ciertas medidas biológicas y, por ende, dan lugar a métodos de autenticación fiables. Las características del iris y la retina se pueden utilizar para identificar a las personas porque poseen rasgos individuales únicos y diferentes del resto de los individuos incluso en los casos de gemelos, del mismo modo que las huellas dactilares, el rostro y otras particularidades físicas humanas. En este caso, para el reconocimiento del iris y de la retina se consideran ciertas medidas oculares. ¿Se realizan mediante métodos equivalentes o presentan diferencias entre sí? ¿Son ambos tipos de lecturas igualmente válidas? Lo detallaremos a continuación.

Reconocimiento por lectores de iris

¿Qué es el iris, exactamente? El iris es un músculo situado dentro del ojo que regula el tamaño de la pupila, para regular el caudal de luz que recibe el órgano de la visión. Genéticamente, los iris de una persona son idénticos y, sin embargo, también son únicos y estructuralmente diferentes. Su color, rasgo que puede captarse a simple vista, determina el color de los ojos de una persona.

¿Cómo funcionan los lectores de Iris?

Los lectores de iris obtiene la información que necesita para realizar una autentificación biométrica mediante una cámara de alta resolución, que emite una leve iluminación infrarroja destinada a capturar las imágenes estructurales del iris. El lector es capaz de convertir las imágenes que capta en plantillas digitales biométricas, que se almacenan en su propia base de datos. Estas plantillas permiten obtener una representación matemática de la estructura del iris, que luego puede utilizarse para compararla con nuevos escaneos a través de los lectores de iris y, en base a su coincidencia, identificar con total certeza a una persona.

Un poco de historia sobre el lector de iris

La idea de usar los patrones del iris como base de un método de identificación fue propuesto por el oftalmólogo Frank Burch en 1936. Curiosamente, en la década de los ochenta apareció en las películas de James Bond, pero no se utilizaba realmente, sino que permanecía en el campo de la ciencia ficción.

Llegado el año 1985, los doctores Leonard Flom y Aran Safir retomaron la idea y comenzaron a investigar y documentarse, hasta que patentaron esta idea en 1987. Dos años después, integraron en sus estudios al doctor John Daugman, con el objetivo de crear algoritmos que permitieran el reconocimiento de iris. Fue así que, en 1994, Daugman patentó su algoritmo, hoy propiedad de Iridian Technologies.

Este algoritmo es la base para todos los productos de lector de iris. A través de este método es posible reconocer automáticamente a las personas en tiempo real, pues codifica la estructura aleatoria visible del iris del ojo y aporta una poderosa prueba identificatoria. Desde 2015 se viene utilizando a mayor escala como método de autenticación. Por ejemplo, lo utilizan la Autoridad de Identificación Única de la India, los controles fronterizos de Emiratos Árabes Unidos y el control de inmigración sin pasaporte de los Estados Unidos.

El escaneo de retina

La identificación mediante el reconocimiento del iris y de la retina pueden dar lugar a pensar que se trata de la misma tecnología. Si bien es cierto que ambos métodos de identificación biométrica utilizan escáneres sin contacto y ofrecen resultados fiables, se trata de metodologías muy diferentes y se sustentan sobre puntos de partida distintos. De la información sobre el reconocimiento de iris se puede deducir que es un método no invasivo, mientras que la exploración mediante un escáner de retina sí lo es, pues la luz debe entrar en el ojo durante el proceso de escaneo.

¿Cómo funciona un escáner de retina?

En primer lugar, es imprescindible tener claro qué es la retina. Es una capa de tejido sensible a la luz, situada en la parte posterior del ojo. Si comparamos un ojo con una cámara fotográfica de película, la retina sería, precisamente, la película donde se captan las imágenes que vemos. Posee una estructura de vasos sanguíneos extremadamente compleja y única en cada individuo.

Para escanear la retina es necesario dirigir un débil rayo de luz infrarroja directamente hacia el ojo de la persona a identificar. Para ello se debe mirar a través del escáner, tal y como se hace con un microscopio. La estructura de vasos sanguíneos de la retina absorbe una mayor cantidad de luz que el resto del ojo, y el patrón que resulta de los contrastes de absorción de luz es el que se convierte en un código informático, para ser guardado en la base de datos del escáner.

Cabe señalar que las exploraciones de retina, además de utilizarse como métodos de autentificación biométrica, tienen aplicaciones en el ámbito de la medicina. De hecho, su práctica es eficiente para detectar patologías como el SIDA, la sífilis, la varicela, la malaria y algunas enfermedades hereditarias, como el linfoma o la leucemia. Incluso algunos síntomas de insuficiencia cardíaca o aterosclerosis tienen sus primeras manifestaciones en los ojos.

Conclusiones sobre la identificación biométrica a través del iris o la retina

  • Ambas tecnologías ofrecen un elevado nivel de seguridad, por lo cual son totalmente fiables. Las principales diferencias radican en las técnicas a utilizar y en el mayor o menor grado de aceptación o comodidad de la persona a identificar.
  • La estructura del iris se mantiene absolutamente estable durante toda la vida, salvo en los casos de las personas que sufren una grave lesión en el ojo.
  • La precisión de un escáner de retina puede verse afectada por la aparición de alguna enfermedad. Como se había mencionado anteriormente, los cambios estructurales en la retina pueden ayudar a detectar diversas patologías.
  • Realizar un escaneo de retina implica posicionarse muy cerca del ojo, tal y como se hace al mirar por un microscopio o un telescopio. Además, el dispositivo de medición dispara una luz infrarroja que atraviesa el globo ocular, pues debe tomar datos de su zona posterior.
  • En general, el reconocimiento de iris es la técnica más extendida y utilizada de las dos, ya que es la menos invasiva. Numerosas corporaciones y también organizaciones gubernamentales utilizan el escaneo de iris para permitir el acceso a sus áreas de alta seguridad.