En los últimos meses, una medida muy esperada se ha hecho realidad: España ha reforzado legalmente el derecho a la desconexión digital. Es posible que hayas oído hablar de ello en las noticias o en alguna reunión, pero muchas empresas siguen preguntándose qué implica exactamente esta medida y, sobre todo, cómo aplicarla sin afectar a su operativa.
Vamos a aclararlo paso a paso.
El derecho a la desconexión digital: más allá del “fuera de horario”
Este derecho garantiza que las personas trabajadoras no están obligadas a responder correos electrónicos, mensajes o llamadas fuera de su jornada laboral. Su objetivo es claro: preservar los tiempos de descanso, proteger la salud mental y favorecer un equilibrio real entre vida personal y trabajo.
No se trata solo de «apagar el móvil», sino de establecer un nuevo marco cultural donde el respeto a los tiempos personales deje de ser una excepción y se convierta en norma. Esta medida es aplicable a todas las empresas, independientemente de su tamaño o sector.
Qué cambia con la reforma laboral de 2025
La reciente reforma laboral ha dado un paso más en la consolidación de este derecho. Estas son las principales novedades que incorpora:
- Carácter irrenunciable: a partir de 2025, el derecho a la desconexión digital es innegociable. Ningún trabajador puede renunciar a él, ni de forma explícita ni implícita. Tampoco puede ser contactado fuera de su horario laboral salvo causas justificadas.
- Protocolos obligatorios: todas las empresas deben definir, documentar e implementar protocolos específicos para garantizar este derecho. Además, se incluyen acciones formativas que promuevan un uso saludable de la tecnología en el entorno profesional.
- Sanciones por incumplimiento: no aplicar estas medidas puede acarrear sanciones económicas. La ley refuerza así la necesidad de respetar los tiempos de descanso como parte esencial de la relación laboral.
Más allá del cumplimiento legal, respetar el derecho a la desconexión digital es una forma de cuidar a las personas que forman parte de una organización. Cuando los tiempos de descanso se invaden, aunque sea con la mejor intención, se genera una tensión invisible que va acumulando efectos: fatiga, estrés, menor concentración, dificultad para conciliar y, a medio plazo, una caída en la motivación.
Garantizar este derecho no significa reducir el compromiso profesional, sino todo lo contrario: significa crear las condiciones necesarias para que ese compromiso sea sostenible. Las personas que saben que su tiempo es respetado, que pueden desconectar sin miedo a quedarse atrás, trabajan mejor, con más foco y con mayor sensación de pertenencia. Por eso, adaptar la cultura de la empresa a esta nueva legislación no es solo una obligación: es una inversión en salud organizacional.
En Cucorent, creemos que respetar el derecho a la desconexión digital es un paso clave para construir entornos de trabajo más humanos, eficientes y sostenibles. Nuestras herramientas están diseñadas para ayudarte a integrar este derecho en tu día a día de forma natural, sin complicaciones. ¿Quieres saber cómo aplicarlo en tu organización? Estamos aquí para ayudarte.